El cerebro es un órgano vital del cuerpo también conocido como “materia gris”. El cerebro es lo que controla lo que se piensa, siente, cómo se aprende, como se recuerda y la forma en la que uno se mueve. Es un órgano que nunca descansa e incluso está trabajando mientras las personas no se dan cuenta pues es el que controla cómo late el corazón, la digestión de la comida entre otras cosas de la que ni siquiera se hace conciencia.
El día Mundial del cerebro
La Federación Mundial de Neurología proclamó el día Mundial del Cerebro el 22 de julio, de forma que se promueva y se haga conciencia sobre el potencial del cerebro, riesgos y enfermedades.
En este día se realizan campañas para que la sociedad esté al tanto de las enfermedades cerebrales, de las cuales se pueden evitar o incluso tratar con tratamientos y diagnósticos.
¿Sabías que?
Para conmemorar este espacio dónde celebramos el Día mundial del cerebro, vamos a presentar algunas curiosidades sobre el cerebro.
El cerebro no siente dolor
El cerebro es únicamente una herramienta que usa el cuerpo para identificar lo que es el dolor sin embargo este no siente dolor alguno. Incluso es tan fuerte que cuando un paciente tiene una operación, se le coloca anestesia para que el cuero cabelludo no sienta dolor. Sin embargo, el cerebro no necesita ninguna clase de anestesia pues no siente dolor alguno.
Señales a 360 km/h
El cerebro emite señales y pasa tan poco tiempo entre lo que se piensa y se actúa. Las neurotransmisores son mensajes que se envían a 360 km/h lo cual se traduce a apenas unos milisegundos entre impulsos.
El cerebro alcanza su mayor volumen a los 10 años
Esto no significa que ha terminado de madurar. Solo quiere decir que encuentra su tamaño ideal de volumen a los 10 años. Sin embargo el cerebro sigue cambiando hasta los 20 0 30 años, esto lo explica la neurocientífica Leah Somerville.
Las neuronas son glotonas
El cerebro consume el 20% de la ingesta y el oxígeno de todo el cuerpo, la mayor parte de la energía procede de las neuronas las cuales dependen de la glucosa. El cerebro consume 5.6 mg de glucosa por cada 100 gramos de tejido cerebral por minuto y continua incluso cuando se duerme. Si se necesita concentrarse mucho, el cerebro incluso puede usar hasta el 50% de energía y oxígeno en el cuerpo.